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  • Writer's pictureClínica dental González Franco

10 errores habituales al cepillarse los dientes

Aunque pueda parecer una tarea recurrente y sencilla no siempre lo hacemos bien. Estos los errores más frecuentes a la hora de cepillarse los dientes.


Todos sabemos que es bueno cepillarse los dientes después de comer. Por lo que si sigues las recomendaciones mas habituales en relación a una salud bucodental adecuada, lo más probable es que te cepilles los dientes al menos 3 veces al día.


Si lo haces así está genial, pero cuidado, porque el cepillarse los dientes regularmente, no significa que lo estés haciendo correctamente.


Y es que un reciente estudio realizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos sobre los hábitos de limpieza bucodental, reflejaba que hasta un 80% de los encuestados, tenía una higiene inadecuada, muchas veces relacionada con el cepillado erróneo de los dientes.


La falta de información, el exceso de confianza y algunas falsas creencias son algunos de los factores que pueden inducir a ello.


Estos son los 10 errores más frecuentes al cepillarse los dientes:


1 - Cepillarse con demasiada fuerza


Uno de los principales errores que comete mucha gente es cepillarse los dientes ejerciendo mucha fuerza, quizás ante la falsa creencia de que así dejarán sus dientes más limpios.


La realidad es que lo único que pueden conseguir es dañar el esmalte y que los dientes pierdan su brillo natural, eso como mínimo.


A la larga también podría desencadenar otros problemas como sensibilidad dental, desgaste de las piezas o el sangrado y retracción de las encías.

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Cepillar los dientes demasiado fuerte

2 - Dirección e inclinación del cepillado


La forma correcta de cepillado es en círculos y siguiendo la posición de los dientes, de arriba abajo o de abajo arriba, desde la encía al extremo del diente.


También recuerda que es recomendable mantener el cepillo en un ángulo de 45 grados durante el proceso de cepillado.


Esa costumbre extendida de mover el cepillo de forma horizontal sobre los dientes, lo que hace es desplazar la suciedad de lugar, pudiendo quedar atrapada en los espacios interdentales.


3 - No usar el cepillo adecuado


No todos los cepillos de dientes son adecuados para cualquier persona, teniendo que tener en cuenta especialmente la dureza de sus cerdas.


Si el cepillo tiene las cerdas demasiado duras, se pueden dañar el esmalte y la encía, mientras que si son demasiado suaves tal vez no se logre una limpieza eficiente de los dientes.


Por otro lado, también se puede optar por un cepillo manual o por uno eléctrico, no siendo estos últimos adecuados para todos los usuarios.


En todo caso y ante la duda, la mejor opción es preguntarle siempre a tu dentista.


4 - Mojar en exceso el cepillo previamente


Es también casi un acto reflejo, por lo habitual, el mojar el cepillo de dientes después de echar la pasta y antes del cepillado.


Esto puede provocar que el dentífrico se vaya por el desagüe, o que pierda parte de sus propiedades, restando eficacia al cepillado.


Además, por norma general, un cepillo seco o poco mojado, arrastra mejor la suciedad y los restos de alimentos. Esta sería la respuesta al por que no se debe mojar el cepillo de dientes antes del cepillado.


5 - No cepillar la lengua


Cepillarse la lengua debe formar también parte de nuestra rutina de limpieza bucodental diaria.


Y es que la lengua es un foco importante de acumulación de bacterias y puede dar lugar, por ejemplo, al mal aliento o halitosis.


Por eso es importante cepillar la lengua con suavidad y siempre desde atrás hacia delante para completar una higiene bucal efectiva.

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Cepillar lengua

6 - No cambiar el cepillo de dientes


Posiblemente en muchos cuartos de baño podamos encontrarnos con auténticas reliquias en forma de cepillos de dientes viejos.


Al final, lo de encariñarse con tu cepillo de dientes no tiene mucho sentido, porque a medida que pasa el tiempo las cerdas se deforman y pierden eficacia.


Por norma general, se debe cambiar el cepillo de dientes o el cabezal en el caso de los cepillos de dientes eléctricos, cada 3 o 4 meses.


7 - Elegir un dentífrico inadecuado


De la misma forma que elegir un cepillo de dientes adecuado es importante, no lo es menos la elección del dentífrico.


Tu dentista te puede recomendar el más adecuado para ti, pero ten en cuenta, por ejemplo, que las pastas de dientes con alto contenido en flúor están indicadas para la prevención de las caries.


Los dentífricos que contienen clorhexidina, triclosán u otros compuestos antibacterianos son efectivos para el tratamiento del sangrado de encías.


Los que contienen arginina, cloruro o citrato de potasio e hidroxiapatita se utilizan en el caso de hipersensibilidad.


Y si tienes sensibilidad dental, no deberías utilizar pastas blanqueantes...


8 - Olvidarse de la cara interna de los dientes


A la hora de cepillarse los dientes, siempre solemos poner más empeño en la cara externa y más visible de los dientes.


Pero olvidarnos de la cara interna de estos, puede fomentar la acumulación de sarro y posterior aparición de caries y otros problemas asociados.


Tampoco nos olvidemos de los últimos molares, que por estar en un lugar menos accesible muchas veces no se cepillan de una forma adecuada.


9 - No complementar el cepillado de dientes con el uso de seda dental y enjuague


Para una limpieza dental 100% efectiva, después de un buen cepillado, deberíamos utilizar la seda o el hilo dental y el enjuague bucal o colutorio.


Por muy bien que te cepilles los dientes, el cepillo no puede llegar a todos los espacios, especialmente en las zonas interdentales, para lo que el uso de la seda o el hilo dental si que es muy eficiente.


Y finalmente, el enjuague bucal actúa de forma efectiva frente a las bacterias que se quedan en nuestra boca, siendo un buen remedio para prevenir la halitosis, la hipersensibilidad dental o la gingivitis.


También se han convertido en herramientas para la higiene bucodental cada vez más demandadas los irrigadores dentales, de los que hablamos ya en este blog anteriormente.


10 - No enjuagar el cepillo dental


Para acabar, otro de los errores que se suelen cometer, en relación al cepillado de dientes, viene cuan vez hemos finalizado.

Después de cada cepillado es importante enjuagar bien el cepillo para eliminar residuos de comida o de pasta de dientes y después sacudir bien las cerdas para que el cepillo quede lo más seco posible.

Tampoco está de más, de vez en cuando desinfectarlo, para lo que se puede usar el propio colutorio que utilicemos habitualmente.

Y hasta aquí nuestro repaso por los 10 errores más comunes a al hora de cepillarse los dientes. Esperamos que os haya sido útil y recordar que desde vuestra clínica dental en León estamos para atenderos y solventar cuantas dudas tengáis al respecto.

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