Cuidar los dientes de leche es fundamental a la hora de prevenir problemas en el futuro y de cara a garantizar una adecuada salud bucodental.
Dientes de leche es el nombre con el que se conoce, de forma coloquial, a los primeros dientes que les salen a los bebés, aunque en realidad su denominación más correcta sería la de dientes primarios o dentición decidua.
El origen del nombre 'dientes de leche' es que estos nacen en esa primera etapa de la vida, en la que los bebés se alimentan fundamentalmente de la leche materna.
También se dice que es debido a su color, de un blanco mucho más puro que la dentición permanente.
En todo caso es necesario conocer la importancia de su cuidado, ya que ello puede influir de forma decisiva en la formación de los dientes permanentes,
¿Cuándo salen y cuántos dientes de leche tenemos?
No existe una pauta exacta en lo referido al nacimiento de los dientes de leche en los bebés y puede variar bastante de unos a otros.
Lo normal es que el primer diente de leche no aparezca antes de los 4 meses y no más tarde del año de edad del bebé.
A partir de ahí y para completar la dentición de los 20 dientes de leche que conforman la dentadura completa, suele trascurrir un periodo que va de los 2 a los 3 años.
Ya en torno a los 5 o 6 años de edad es cuando se empiezan a caer los dientes de leche, debido al empuje que ejercen sobre ellos los dientes permanentes.
Los primeros dientes de leche en caer son los incisivos inferiores y posteriormente los superiores y a partir de ahí los caninos, premolares y finalmente los molares a los 10 u 11 años de edad,
El recambio completo se produce en torno a los 13 años de edad, cuando ya tendríamos los 32 dientes que conforman la dentadura permanente.
¿Por qué es importante cuidar los dientes de leche?
Muchos padres se preguntan cuándo empezar la higiene bucodental de sus hijos o cuándo es el momento para acudir al dentista con ellos por primera vez y la respuesta en ambos casos es que desde que nace el primer diente de leche.
Y es que como decíamos en el comienzo de este post, es muy importante cuidar los dientes de leche, ya que de ello puede depender en buena medida el desarrollo y salud de los dientes permanentes.
Estas son las principales razones:
En primer lugar porque los dientes de leche son los que se encargan de ocupar en la boca del niño el espacio donde crecerán los dientes definitivos. Si perdemos los dientes de leche de forma prematura, se corre el riesgo de que los definitivos crezcan desalineados o con apiñamiento por ejemplo.
Los dientes de leche tienen también una función primordial en el desarrollo comunicativo del niño, Así la ausencia de dientes provocaría problemas a la hora de pronunciar adecuadamente algunos fonemas.
Una alimentación inadecuada con abuso de productos azucarados favorece la aparición de caries y la pérdida prematura de los dientes de leche. La OMS advierte que la caries dental es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia padeciéndola por encima del 60% de los niños a nivel mundial.
Además estudios demuestran que padecer caries dental en los dientes de leche aumenta la probabilidad de desarrollarla posteriormente en los permanentes.
Finalmente hay que evitar el uso prolongado del chupete o peor aún del hábito de chuparse el dedo, ya que puede provocar malformaciones en el paladar y en los dientes.
¿Cómo cuidar los dientes de leche?
En primer lugar y lo más importante es inculcar una correcta higiene bucal a los niñ0s desde el principio para que creen ese hábito tan importante.
Con el nacimiento de los primeros dientes ya se se puede usar un cepillo dental especial para bebés, que cuenta con unas cerdas muy suaves.
Durante los primeros años, esta limpieza la realizarán los padres hasta que los niños adquieran esa destreza, contando igualmente con la supervisión de un adulto.
A partir de ahí la pauta es la misma que seguimos los adultos, cepillar los dientes al menos 3 veces al día, utilizando eso sí, un cepillo y pasta dentífrica adecuados a la edad del niño.
Otras recomendaciones para el cuidado de los dientes de leche son:
Limitar el consumo de alimentos y bebidas ricas en azúcar.
Evitar el uso prolongado en el tiempo de chupete y biberón.
Consultar con un dentista si observamos que el niño se chupa el dedo frecuentemente.
Visitar regularmente al dentista
¿Tienes alguna duda? Desde tu clínica dental en León estamos para ayudarte, no dudes en consultarnos.