Todo el mundo ha oído hablar de ellas y es difícil que alguien se libre de tener alguna a lo largo de su vida, pero… ¿Sabemos realmente que son las caries?
La caries dental podría definirse como la destrucción de los tejidos dentales (esmalte y dentina) debida a la presencia de ácidos que son producidos por las bacterias presentes en nuestra boca y que se depositan en las superficies dentales.
Estas bacterias, denominadas bacterias cariogénicas, producen los ácidos a partir de los restos de los alimentos y éstos atacan a los dientes ocasionando su desmineralización y rompiendo su integridad.
No tratar las caries a tiempo puede acabar derivando en problemas más serios, que en ocasiones hacen que la pieza dental afectada no se pueda salvar, por lo que su detección y tratamiento resultan claves.
Factores que influyen en la aparición de las caries
La producción de ácidos que atacan nuestros dientes por las bacterias cariogénicas es algo que no se puede evitar, pero sin embargo, sí que existen otros factores exógenos que influyen en la proliferación de las caries y que si son evitables:
Higiene bucodental deficiente
En el primer post de este blog ya incidimos en la importancia de una higiene bucodental adecuada, tanto en niños como en adultos y este es sin duda un factor muy importante para evitar las caries.
Lavarse los dientes después de cada comida principal cada día y hacerlo de forma correcta, evitará que la placa bacteriana se acumule sobre nuestro esmalte dental y así las caries no harán acto de presencia.
Dieta poco saludable
Llevar una dieta equilibrada es fundamental para nuestra salud en general y también para la salud bucodental en particular.
Especialmente dañinos para los dientes son los azúcares y los carbohidratos, sobre todo cuando se ingieren entre horas, al margen de las comidas principales, ya que activan las bacterias cariogénicas para digerirlos y producen los ya mencionados ácidos que atacan los dientes.
Sequedad bucal
La saliva tiene entre sus funciones la de contribuir a eliminar las bacterias, por lo que la sequedad bucal provoca el efecto contrario, es decir, favorece la proliferación de las mismas y potencia su actividad.
Algunas enfermedades provocan sequedad bucal, así como el consumo de determinados medicamentos o el someterse a algunos tratamientos, como por ejemplo la quimioterapia en personas que sufren cáncer.
También hábitos poco saludables como el tabaco o un consumo excesivo de alcohol pueden favorecer la sequedad de la boca.
Carencia de flúor
El flúor es un mineral natural fundamental para nuestros dientes, aumentando la resistencia del esmalte y actuando frente al crecimiento de bacterias.
Algunos alimentos como el salmón, la avena o las nueces son ricos en flúor, pero también la mayoría de los dentífricos que se encuentran en el mercado lo contienen.
Evitar ir al dentista
Todos debemos acostumbrarnos a ir al odontólogo de forma periódica, siendo recomendable un par de visitas al año para realizar las revisiones oportunas.
Nuestro dentista podrá detectar fácilmente si tenemos alguna caries que igual nosotros no alcanzamos a ver y además si realizamos una limpieza dental cada seis meses evitaremos la acumulación de sarro bajo la línea de las encías o los espacios interdentales y por lo tanto que aparezcan las caries.
Tipos de caries
La aparición de las caries depende de diversos factores, como acabamos de ver y esos mismos factores influyen también en las diferentes partes del diente que pueden afectar, lo que da lugar a estos tipos de caries:
Caries de corona
Es el tipo de caries más frecuente y dentro de esta tenemos, por un lado, la caries de superficie o caries oclusal, que se produce en la zona de masticación de los dientes y por otro lado, la caries interdental que se da en los espacios interdentales.
Las caries interdentales son más difíciles de detectar que las oclusales, de ahí la importancia de las revisiones periódicas con nuestro dentista.
La zona interdental es proclive a la acumulación de placa bacteriana y restos de alimentos, ocasionando la formación de sarro, por lo que resulta fundamental el uso del hilo dental para prevenirlo.
Caries radicular
Este tipo de caries se da más en adultos y es más difícil de tratar, ya que se produce en la línea de las encías.
El motivo por el que se produce más en adultos es precisamente porque a medida que crecemos las encías empiezan a retraerse, pudiendo llegar a dejar expuesta incluso parte de la raíz del diente, que no está recubierta por esmalte y por lo tanto son más susceptibles de sufrir el efecto de las bacterias.
Caries recurrentes
Finalmente tenemos que hablar de las caries recurrentes, que son aquellas que se dan alrededor de empastes o de coronas y fundas que se han colocado para el tratamiento de una caries previamente.
Estas zonas son más proclives a la actuación de las bacterias, ya que muchas veces se produce una descalcificación en torno a la unión entre el diente original y la zona tratada.
Diagnóstico y tratamiento de las caries
Algunas caries son fácilmente visibles, sobre todo las caries de corona, pero la mejor forma de saber si tienes alguna, es yendo a una revisión a tu dentista. Este puede detectar fácilmente las caries mediante diversos métodos:
Preguntas sobre dolor y sensibilidad en alguna pieza dental
Exploración visual de los dientes con diversos instrumentos dentales
A través de radiografías dentales, donde se mostrará el grado de caries y el deterioro de la pieza dental.
Gracias a los controles periódicos realizados por su dentista, se pueden identificar caries y otras enfermedades dentales antes de que lleguen los síntomas y ocasionen problemas más graves.
Es decir, que si se trata una caries antes de que comience a causar dolor, el tratamiento será más sencillo. Estos son los principales tratamientos de las caries dependiendo de su gravedad:
Tratamientos con flúor
En las primeras fases de la caries, justo cuando está empezando a aparecer, un tratamiento específico con flúor puede ayudar a restaurar el esmalte del diente y a revertir la caries. Esto sólo es posible en tapas muy tempranas de la caries.
Empastes
El tratamiento más común para las caries son los empastes o también llamados restauraciones, que se realizan cuando la caries ha avanzado más allá de las primeras etapas. Se trata de eliminar la parte dañada de la pieza dental por la caries y restaurarla con empastes que se hacen con varios materiales.
Coronas
Cuando las caries son muy extensas y la pieza dental está debilitada, la solución más plausible suele ser la corona. La corona es una cubierta realizada a medida que reemplaza la corona natural completa del diente.
Endodoncia
Cuando la caries es tan profunda que alcanza la parte interna del diente o pulpa, lo más probable es que haya que realizar una endodoncia. Normalmente cuando llegamos a este punto es porque el paciente ya tiene dolor en la zona afectada debido a la infección.
Extracción
Cuando las caries son tan graves que no puede restaurarse la pieza dental, esta debe extraerse. Esta extracción deja un hueco que puede hacer que los otros dientes se desplacen, por lo que se suele recomendar hacer un puente o colocar un implante dental para reemplazar la pieza extraída.
Y con esto finalizamos este post sobre las caries que esperamos os haya servido para conocer más a fondo lo que son, por que se producen y como tratarlas.
Nosotros estaremos encantados de recibirte si quieres conocernos, nos gustaría ser tu clínica dental en León de confianza.
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