Las encías retraídas son una condición dental común que puede pasar desapercibida hasta que sus efectos se vuelven más evidentes.
Este problema no solo afecta la estética de la sonrisa, sino que también puede comprometer la salud dental en general.
Si te preguntas por qué ocurre, cuáles son sus síntomas y cómo se puede tratar, aquí te contamos todo lo que necesitas saber.
¿Qué son las encías retraídas?
Las encías retraídas se producen cuando el tejido de las encías que rodea los dientes se desplaza hacia abajo (o hacia arriba en los dientes inferiores), dejando expuesta una mayor superficie del diente o, en casos más graves, la raíz dental.
Este fenómeno puede hacer que los dientes se vean más largos y aumenta la sensibilidad dental y el riesgo de caries.
Causas principales de las encías retraídas
Existen diversas razones que pueden provocar el retroceso de las encías. Algunas de las más comunes son:
1. Cepillado agresivo
El uso de un cepillo de dientes con cerdas duras o una técnica de cepillado demasiado enérgica puede desgastar el tejido gingival, causando su retracción con el tiempo.
2. Enfermedades periodontales
La gingivitis y la periodontitis son infecciones que afectan las encías, debilitando el tejido y provocando su desplazamiento. Las bacterias acumuladas en el sarro o placa dental son las principales culpables.
3. Bruxismo
El hábito de apretar o rechinar los dientes ejerce una presión excesiva en las encías y puede contribuir a su retracción.
4. Malposición dental
Los dientes desalineados o una mordida irregular pueden ejercer presión desigual sobre las encías, favoreciendo su retroceso.
5. Factores genéticos
Algunas personas tienen predisposición genética a desarrollar encías retraídas, incluso con una buena higiene bucodental.
6. Tabaquismo
Fumar afecta la circulación sanguínea en las encías, reduciendo su capacidad de cicatrización y aumentando el riesgo de retracción.
7. Cambios hormonales
En mujeres, los cambios hormonales relacionados con el embarazo, la menstruación o la menopausia pueden hacer que las encías sean más sensibles y propensas a la retracción.
Síntomas de las encías retraídas
Detectar las encías retraídas a tiempo puede evitar complicaciones mayores. Algunos de los síntomas más comunes son:
Apariencia de dientes más largos: Una señal visible de que el tejido gingival ha retrocedido.
Sensibilidad dental: Aumento de la sensibilidad a alimentos o bebidas frías, calientes o dulces, especialmente si la raíz dental está expuesta.
Sangrado al cepillarse: Indicativo de encías debilitadas o inflamadas.
Espacios entre los dientes: La retracción de las encías puede hacer que se formen huecos donde antes no los había.
Mal aliento persistente: Puede ser consecuencia de la acumulación de bacterias en las áreas expuestas.
Tratamientos para las encías retraídas
El tratamiento para las encías retraídas dependerá de la causa y el grado de retracción. Estos son algunos de los enfoques más habituales:
1. Cambio en la técnica de cepillado
Si el problema se debe a un cepillado agresivo, tu dentista puede recomendar una técnica más suave y un cepillo de cerdas suaves.
2. Limpieza profesional
En casos leves, una limpieza dental profesional puede eliminar el sarro acumulado y reducir la inflamación que contribuye a la retracción.
3. Tratamiento periodontal
Para casos más graves, puede ser necesario realizar procedimientos como el raspado y alisado radicular, que elimina la placa y el sarro acumulados debajo de la línea de las encías.
4. Cirugía de injerto gingival
En situaciones avanzadas donde las raíces dentales están expuestas, se puede realizar un injerto de tejido para cubrir las áreas afectadas y restaurar la salud de las encías.
5. Férulas para bruxismo
Si la causa de las encías retraídas es el bruxismo, el uso de una férula de descarga puede proteger tus dientes y encías durante la noche.
6. Ortodoncia
En los casos de malposición dental, un tratamiento de ortodoncia puede corregir la alineación de los dientes y reducir la presión sobre las encías.
Cómo prevenir las encías retraídas
La mejor forma de evitar el retroceso de las encías es mantener una buena rutina de higiene bucodental y visitar al dentista regularmente. Algunos consejos clave incluyen:
Usar un cepillo de cerdas suaves y técnicas de cepillado adecuadas.
Realizar limpiezas dentales al menos dos veces al año.
Evitar hábitos perjudiciales como fumar.
Usar protectores dentales si tienes bruxismo.
Prestar atención a cualquier signo temprano, como sangrado o sensibilidad dental, y acudir a una clínica dental en León para un diagnóstico profesional.
Conclusión: Cuidamos de tu sonrisa
Las encías retraídas no solo afecan la estética de tu sonrisa, sino que también pueden comprometer la salud general de tu boca. Por eso, si notas alguno de los síntomas mencionados o simplemente quieres prevenir problemas mayores, no dudes en visitarnos.
En nuestra clínica dental en León, contamos con los mejores especialistas y tratamientos avanzados para cuidar de tus encías y dientes. Porque nuestro compromiso es siempre el mismo: cuidamos de tu sonrisa.
¿Tienes dudas sobre tus encías? ¡Contacta con nosotros y da el primer paso hacia una salud bucodental óptima! 😊
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